Xavier Verdaguer: "El Internet of Things es una auténtica revolución"

Se define como “emprendedor en serie” de Barcelona basado en Silicon Valley (California). Fundador de TMT Factory, Integra Interactive, Innovalley, seven4seven, Imagine Creativity Center. Inversor en Lanta Digital Ventures. Verdaguer es Ingeniero informático y Arquitecto Técnico por la Universidad Politècnica de Catalunya y con estudios de alta dirección en la Stanford Universtiy. Su concepto Imagine ha servido para que miles de dreamers (emprendedores con ganas de imaginar cómo mejorar el mundo) lancen proyectos y desarrollen productos y servicios innovadores. Estos días empieza la Primera Edición de Imagine IoT en Barcelona y Xavier Verdaguer nos cuenta para Next Media esta propuesta que pretende aportar conceptos disruptivos al concepto del Internet of Things (Internet de las Cosas).

¿Cómo surgió la idea de Imagine Internet of Things?
Hace ya seis años que llevamos a cabo programas de innovación disruptiva. Inicialmente lo hacíamos en San Francisco, en el centro que tenemos en Silicon Valley. Desde hace tres años lo realizamos también en otros lugares del mundo y con diferentes formatos. Quizás el más conocido es el Imagine Express, que lo hacemos en un tren de Barcelona-París-Londres y que hace la ruta de retorno coincidiendo con el Mobile World Congress. Hemos realizado una edición en un castillo en Milán y llevamos dos ediciones en América Latina. Con todo, teníamos muchas ganas de hacer un programa de innovación en Barcelona después de unos años con iniciativas lejos. Entendimos que el sector del Internet of Things (IoT) podría ser muy interesante por el posicionamiento que Barcelona está teniendo en este sector. Nos pareció que también sería interesante seguir colaborando con compañeros de viaje que ya nos han ayudado en otras ocasiones como EADA, ELISAVA y la Universitat Politècnica de Catalunya. Hace un año se inició este proyecto en una conversación en San Francisco entre Montse Guàrdia, que ahora dirige el programa, y la gente de EADA.

Empezáis con compañeros de viaje de primer orden y empresas punteras también…
Sí, es lo que estamos haciendo desde hace años. Esta edición es la número 19 de los programas Imagine y siempre intentamos combinar multinacionales con empresas más pequeñas. Esto es una parte muy importante de nuestro método porque estas empresas nos dan los retos. Por otra parte, buscamos gente del mundo del emprendimiento y otra gente más relacionada al mundo de la empresa. La combinación entre emprendedores y empresas dan un buen carácter a los retos.

En esta ocasión tenemos a Abertis Autopistas, Dormity, Cosentino y Adamni. Abertis es enorme pero necesitan innovar y nosotros ayudaremos en esta faceta. Dormity es una empresa grande especializada en descanso; Cosentino, dedicada al ámbito del mobiliario para cocinas; Adamni es una start-up de la Vall d’Hebron. Nos interesan las empresas y los retos que plantean que, en el caso del IoT tienen mucho a decir para producir innovaciones disruptivas.

Para la primera edición de este Imagine IoT en Barcelona formáis cuatro equipos con cinco dreamers de diferentes edades y nacionalidades. ¿Cómo se construye un buen equipo?
Es la base del equipo, intentar que haya diversidad. Cada participante viene de las universidades o escuelas de negocio. Cada equipo tendrá cuatro de los mejores diseñadores de ELISAVA; EADA ha puesto a cuatro de los mejores MBA en cada equipo; la UPC también ha puesto ingenieros y telecos en cada equipo. Así cada equipo es multidisciplinar con expertos de cada empresa, expertos en modelos de negocio, ingenieros, informáticos y diseñadores.

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¿Este talento tiene edad?
Tenemos una mezcla de talento joven y veteranos, que pasan los cuarenta. Así es una combinación de gente con mucho empuje y gente que quizás no son nativos digitales pero que tienen un gran bagaje profesional y expertos en ámbitos profesionales concretos.

Hablando en general sobre el Internet of Things, el último ciberataque a escala mundial tuvo como puerta de entrada equipos conectados a este universo. ¿Es la parte menos positiva del IoT?
Este ataque ha estado bien porque ha puesto sobre la mesa que las cuestiones de seguridad son muy importantes en el IoT. No lo podemos olvidar y nosotros en cada proyecto tenemos expertos en seguridad. Ahora bien, lo que está provocando el Internet of Things es una auténtica revolución. Desde hace tres o cuatros años ya hay más aparatos conectados que personas en el mundo y el IoT está cambiando todas las industrias. Como es un sector muy nuevo con muchas novedades es normal que aparezcan problemas nuevos. No estamos ante nada pasajero ni una moda, sino que las cosas se conectarán, tomarán datos y tomarán decisiones. Es fundamental entender más las oportunidades que los problemas.

Para alguien que no esté al día sobre innovación, ¿cómo le podemos explicar qué es el Imagine Creative Center?
Somos un centro de innovación basado con un método propio para generar ideas que se puedan convertir en negocio. Partimos de retos que nos plantean empresas o entidades. Creamos equipos para trabajar estos retos buscando talento. Una vez, tenemos los equipos, en poco tiempo y metodológicamente, creamos soluciones que conllevan prototipos probados y que se acaban presentando. Siempre acabamos con equipos que trabajan los retos y encuentran soluciones para estos retos que se presentan públicamente. A partir de aquí es cuando entran en juego incubadoras o aceleradoras que sirven para hacer realidad estos proyectos. Nuestra misión inicial es crear estos embriones de proyectos.

Somos un centro de innovación basado con un método propio para generar ideas que se puedan convertir en negocio

Acompañar proyectos en su creación…
Sí, en viajes o programas muy disruptivos, entendiendo que crear cosas nuevas es crear ideas nuevas. Siempre hacemos iniciativas que se salen de lo normal, haciendo viajes por Europa o por América Latina,… a través de estos nuevos espacios y nuevas formas de trabajar, acabamos entregando ideas que se convierten en productos de facto.

Estos viajes podrían ser concebidos hasta como viajes iniciáticos… En este sentido, ¿un emprendedor debe ir a Silicon Valley forzosamente para empezar su camino?
Buena pregunta… Lo cierto es que no hace falta irse hasta San Francisco. Lo que es importante es, en general, viajar. Esto te ayuda abrir la mente y si esto se viaja con gente que te puede complementar, se pueden generar ideas potentes en esta convivencia. Emprender se puede hacer desde cualquier sitio. Es interesante ir a Silicon Valley pero no decisivo. Muchas de nuestras iniciativas pasan por lugares de Europa o de América del Sur.

Pero vuestro método bebe mucho de las ideas que surgen de Silicon Valley.
Sí, cierto, nuestro método tiene mucho que ver con esta zona. Yo mismo llevo muchos años ahí y hemos visto que esto de innovar tiene que ver mucho con la actitud y método. Intentamos transmitir que la gente que participe de Imagine se contagie de esta forma de ver el mundo y de emprender.

Crees que Barcelona es un entorno favorable a ser un próximo Silicon Valley? O quizás lo interesante es que Barcelona no sea un clon de Silicon Valley…
Silicon Valley es un entorno único que no hace falta replicar. Funciona ahí, muy bien, por muchos motivos y también funciona muy bien en proyectos de alto riesgo e innovación muy disruptiva. Lo que hace falta es llevarse lo mejor de ahí y aplicarlo en nuestro entorno propio. Barcelona es un lugar increíble y es uno de los mejores lugares para innovar y emprender. Tiene los mejores ingredientes para serlo pero debe tener su propio modelo, adaptado a nuestra forma de ser y nuestra cultura. Debemos aprender de Silicon Valley y de otros entornos como pueden ser Israel u otras ciudades europeas.

¿Qué cosas debemos importar de Silicon Valley?
Quizás la actitud basada en aprovechar las oportunidades, quejarse menos y arriesgar más. Si aportamos esto a nuestro ecosistema tendremos una gran mezcla de ingredientes: calidad de vida, buenas universidades, empresas de referencia y tenemos talento.

Como ciudadanos, ¿nos quejamos demasiado?
Debemos hacer autocrítica. Nos quejamos por todo, sobre todo de aquellas cosas que no podemos cambiar. Es una lástima que gastemos tanta energía en estos temas y desaprovechemos tiempo en lo que sí tenemos. Este es uno de los temas que sí he aprendido desde que vivo en Estados Unidos. La gente es más positiva y optimista, arriesgando más sin tener tanto miedo al fracaso. És difícil cambiarlo pero poco a poco van apareciendo emprendedores que están haciendo cosas importantes y relevantes.

¿Qué papel tienen las incubadoras en la dinamización del tejido económico de un territorio?
Empiezan a haber diferentes incubadoras y aceleradoras, en definitiva, instrumentos que ayudan a formar y crecer equipos iniciales de emprendimiento. Es importante que en este terreno existan diferentes entidades u organismos que ayuden a tirar de proyectos innovadores. Lo que está pasando es que hay gente que quiere tirar su propio proyecto con mucha energía y talento pero con carencias sobre cómo se monta una empresa o se realiza un plan de negocio. Hay muchos tipos de incubadoras que ayudan a formar la gente y consolidar el ecosistema de los emprendedores.

Para emprender, lo fundamental es la financiación. En este sentido, ¿cómo surge la financiación de un proyecto como Imagine?
Tenemos dos modelos. Uno viene de las propias empresas que lanzan los retos. Aquí nosotros proponemos un modelo en el que decimos que las empresas grandes tienen recursos y clientes y es justamente lo que necesitan los emprendedores. Un emprendedor tiene siempre dos grandes dificultades: financiación y conseguir mercado. Lo puedes hacer tirándote a la piscina y abrir mercado con un machete o bien, trabajar con grandes empresas que necesitan a los emprendedores para obtener dinámicas más ágiles. Por tanto, tenemos diferentes casos de empresas que nos han lanzado retos que hemos solucionado con el trabajo de emprendedores que han trabajado en nuevos instrumentos con financiación empresarial pero con talento joven. Es un modelo que consideramos que es válido porque emprendemos pero sin asumir tanto riesgo de la mano de una gran empresa.

Por otro lado, creamos la Fundación Imagine que pretende que en cada edición haya un proyecto que nosotros mismos financiamos para que los emprendedores puedan realizar su proyecto hasta el final.

Los medios de comunicación viven en reconstrucción de sus modelos de negocio. ¿Han llamado para establecer nuevas soluciones?
Sí, estos sectores tradicionales que han vivido desde hace tiempo con modelos de negocio determinados son los que en la actualidad deben innovar más. Considero que en este ámbito hay propuestas que se pueden englobar en el ámbito de la comunicación y la cultura. Son dos sectores con muchas similitudes porque se tienen que cambiar los formatos, la forma de distribuir los contenidos y se debe cambiar la forma de vender y de acercar a los usuarios. Hemos visto diferentes formas: desde periodistas que deciden montar nuevos medios a través de nuevos canales, aprovechando la potencia que tienen las redes sociales o Youtube, en particular; también hemos visto muchos casos de nueva tecnología que surge para crear nuevos contenidos a través de realidad virtual o nuevas herramientas. Es un sector con muchas oportunidades. Hay diferentes perspectivas. Desde empresas que surgen como nuevas hasta empresas que llevan muchos años en el sector y que necesitan reinventarse. Hay mucho por hacer… ¡deberíamos hacer un Imagine específico en este sector!

Sería genial porque hay que hablar mucho sobre nuevas fórmulas en medios de comunicación.
En las grandes organizaciones siempre recomendamos que en el día a día en el que es difícil incidir en procesos innovadores, lo mejor es no dejar la innovación incremental o evolutiva (mejorar en el día a día, creando nuevos mercados y potenciar la transformación digital) pero también empezar a trabajar la innovación disruptiva. Explorar más allá de lo que es evidente porque así se pueden encontrar nuevos modelos de negocio y con el aprendizaje que se extraiga podrás llegar a ser más competitivo. Se debe hacer este ejercicio de trabajar en paralelo para saber qué quieres ser de mayor porque el futuro llega de forma implacable antes que te lo esperes.

Más allá de la tecnología, compartimos unos valores para mejorar el mundo

Qué mundo imaginas a través de tus ideas?
No creo que sea a través de mis ideas sino de las ideas de toda la gente que ha pasado a través de las diferentes ediciones de Imagine. Tenemos más de 300 dreamers (participantes) que han pasado por diferentes ediciones. Hemos convivido con sus ideas y proyectos que en muchos casos ya están desarrollando. Creo que aportarán cosas muy positivas al mundo. Más allá de la tecnología, compartimos unos valores para mejorar el mundo. Aportar nuestro granito de arena para cambiar el mundo. Para ser dreamer, uno de los filtros principales es compartir estos valores de cambio. Ya han salido muchas iniciativas sociales para solventar problemas de nuestra sociedad, como combatir la soledad de la gente mayor o mejorar los problemas de salud de los ciudadanos.

Con todo este panorama, ¿ya has conseguido tu sueño de pequeño de convertirte en el Profesor Franz de Copenhague?
La verdad es que muchos días me parezco mucho. En San Francisco y en Barcelona vivo en una especie de taller rodeado de impresoras 3D y de elementos de construcción de prototipos… En cualquier caso, todo está por hacer y por inventar. ¡Ojalá pueda sentirme inventor por mucho tiempo!