Reflexiones sobre la nueva propuesta de la Comisión Europea para regular y poner al día el sector audiovisual en el territorio europeo
La Comisión Europea ha propuesto una nueva directiva de servicios de comunicación audiovisual para la Unión Europea. El objetivo general de la propuesta es lograr un equilibrio entre la competitividad y la protección del consumidor. Por eso, pretende introducir flexibilidad en aquellos casos en los que ya no están justificadas las restricciones aplicables únicamente a la televisión, fomentar las películas europeas, proteger a los menores y hacer frente al discurso del odio con más eficacia.
El pasado viernes, en representación del Cluster Audiovisual de Catalunya, una serie de personas participamos en una jornada de reflexión que se celebró en la sede de la Unión Europea en Barcelona. Entre otras personas, además, contó con la presencia, entre otras, de las eurodiputadas Petra Kammerevert, presidenta de la comisión de Cultura y Educación, y Sabine Verheyen. La nueva directiva se ha elaborado mediante complejas sesiones de trabajo donde han participado todos los países y todos los actores involucrados en el sector audiovisual lo que ha suscitado puntos de encuentro pero también varios temas de desencuentro.
[+] Lavinia participa en la presentación de la nueva Directiva Europa del Audiovisual
Son pertinentes algunas reflexiones que expusimos como Lavinia y como Clúster Audiovisual de Catalunya y que aquí comento a continuación.
Por una parte, es destacable la centralidad de los usuarios europeos, en la protección contra el discurso del odio y el exceso de publicidad destinada a consumidores de plataformas de juego, por ejempo. Se establecen limitaciones de los contenidos publicitarios en la televisión lineal y las plataformas de Video on Demand (VoD).
Nueva directiva para nuevos tiempos
La Directiva es un gran instrumento que se pone al día en un sector como el audiovisual que está cambiando de forma enorme en los últimos tiempos. Son tiempos de VoD, big data, realidad aumentada, asistentes virtuales, realidad virtual y distribución al segundo de millones de datos. Un mundo cambiante. Muy cambiante.
En este sentido, las diferentes empresas que formamos el Clúster nos planteamos los nuevos tiempos desde el punto de vista de reconfigurar nuestras estrategias en un cambio de escenario. De los grandes broadcasters tradicionales a las diferentes plataforma de Video on Demand. Debemos adaptar nuestras empresas, nuestra producción y visión global del negocio.
Por otra parte, la Directiva habla de cuotas del 20-30% para las producciones europeas en las principales plataformas de servicios a la carta. Es una interesante consideración pero el porcentaje debería ser mayor. Debemos insistir en la promoción de las obras europeas. Y defender nuestra posición como productores de contenidos.
En este sentido, Europa debe tener en cuenta la legislación para la regulación de contenidos y la protección de sus ciudadanos pero también tener mecanismos eficientes para potenciar la creación de contenidos y su distribución. El papel de nuevos operadores como Netflix, HBO, Amazon Prime Video en un ecosistema global es fundamental. Pero también deberíamos reflexionar si Europa debería favorecer la creación de plataformas propias para desarrollar proyectos audiovisuales consistentes más allá de lo que florezca en Silicon Valley. ¿No sería esta una fórmula de asegurarnos mayor pluralidad en los contenidos y la protección de las diferentes lenguas de la Unión?
La nueva Directiva debería contemplar también los porcentajes de los derechos de los formatos audiovisuales que producimos. Al menos, que hubiera un marco legal más común entre los diferentes países de la Unión. Potenciar la importancia en la producción y en la defensa de los intereses de los productores.
No limitar los nuevos modelos de negocio
Por último, la consideración de etiquetar como proveedores de servicios de comunicación a los medios digitales que ofrecen acceso a vídeos puede condicionar en exceso los modelos de negocio de los medios en la actualidad. Vivimos una auténtica hibridación entre medios legacy, digitales y sociales. La protección del sector, de los consumidores y de los medios de comunicación en general, debería de estar asegurada en esta nueva Directiva. Deben ser compatibles los intereses de todas las partes.
Pero que la protección de los intereses no nos haga perder la perspectiva que sin publicidad es muy difícil, si no imposible, crear productos audiovisuales de calidad. Limitando en exceso el escenario del branded content, la publicidad predictiva o otras formas de publicidad quizás nos estemos cargando la configuración de nuevos modelos de negocio y el emergente mercado de la comunicación audiovisual. Debemos ser innovadores y gestionar con eficacia la transformación audiovisual y la nueva Directiva debe promover mayores ideas, no coartarlas.
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