Según un estudio de la Amsterdam School of Communication Research (ASCoR) de la Universidad van Amsterdam, no consideramos Google o las redes sociales fuentes creíbles de información.
El estudio consistió en dar a 422 participantes unas viñetas que mostraban los métodos mediante los cuales un periodista conseguía información para realizar un artículo sobre la privacidad. Las viñetas eran exactamente iguales, excepto por el medio que utilizaban los periodistas. El resultado de fiabilidad:
Después, se dijo que el periodista había verificado la información, cosa que aumentó la confianza de los lectores. Pero aun así, unas fuentes seguían siendo más creíbles que otras. Nuestra credibilidad sigue valorando el contacto directo entre periodismo y fuente de información; el periodismo tradicional. Esto puede chocar por el hecho de que en otros aspectos, se prima la inmediatez, aunque ahora no vamos a entrar en tal debate. La única excepción, el caso del email, que tiene más credibilidad que el teléfono o las agencias de noticias.
Queda un largo camino para que la audiencia perciba “creíbles” estas nuevas fuentes extendidamente utilizadas. Una manera podría ser la transparencia respecto a los procesos de selección y verificación de la información.
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