La ciencia ficción nos ha enseñado muchos posibles futuros tecnológicos. Desde ‘Blade Runner‘ hasta ‘Her‘, la interacción con la máquina ha sido imaginada de mil maneras distintas. Hoy empiezan a hacerse realidad algunas de esas visiones que no hace tanto tiempo eran pura fantasía. Una de ellas es convertir la piel de nuestro cuerpo en una superficie táctil que sirva para operar e interactuar con nuestros dispositivos. Los teclados proyectados no son nuevos. Hace diez años ya se hablaba de ellos, pero ahora una pequeña compañía, Cicrec, dispone de la tecnología para convertir nuestro antebrazo en la pantalla de nuestro móvil. Y sólo necesita la financiación para llevar a cabo la producción de su brazalete. Las ventajas son muchas: ahorro de espacio, robustez, impermeabilidad o maniobrabilidad, como puede verse en su vídeo de presentación. Se hace difícil prever si dentro de unos años todos llevaremos un brazalete de pantalla proyectada en lugar de un dispositivo móvil. Lo que queda claro es que, de momento, solo será práctico en verano. No parecen haber previsto la operatividad vistiendo manga larga.
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