Oportunidades y riesgos de la red social que puede marcar el futuro de la comunicación política española en las próximas elecciones generales
Los españoles dedicamos más de una hora y media a leer y contestar mensajes en WhatsApp, acostumbramos a tener unas diez conversaciones a diario y el 70% de la población lo usa para hablar con familia y amigos con total confianza. Es la red social más usada en nuestro país, un arma de propaganda de masas al alza que influirá en el resultado de los próximos envites electorales, que usamos desprevenidos.
Muchos ya ven WhatsApp como la panacea para captar y persuadir potenciales votantes, pero antes de empezar a usar esta herramienta con fines electorales, es fundamental tener claro para qué. Tener clara la finalidad de cualquier acción es fundamental, así como analizar tus debilidades y fortalezas, tener claro a qué público te diriges, qué quieres de él y cómo piensas conseguirlo. Ante esto, no hay que caer en el error de pensar primero en la herramienta y después en el efecto que tratamos de conseguir usándola, sino al contrario; primero definir nuestra estrategia, y después pensar en los medios para hacerla efectiva.
WhatsApp nos brinda un tipo de comunicación dual, que nos permite tanto informar unidireccionalmente como bidireccionalmente
Ante tal situación, hay que tener claro que WhatsApp nos brinda un tipo de comunicación dual, que nos permite tanto informar unidireccionalmente como bidireccionalmente, estableciendo una conversa con nuestro interlocutor. Eso determinará tanto el perfil que demos a la herramienta como al profesional que se encargará de ella, pudiendo tener capacidades propias de un comunicador o de un responsable de atención al cliente.
En clave electoral, antes de lanzarnos a usar WhatsApp será importante tener claro si lo queremos usar para captar nuevos votantes por ahora indecisos o reforzar a nuestros fieles. No será lo mismo difundir la nueva herramienta entre nuestros afiliados o amigos o apostar por campañas en barrios bisagra donde un puñado de votos a favor nos puede dar algún escaño o regidor.
El terreno de juego de esta campaña será cada vez más digital, y se jugará en el móvil, donde el ecosistema comunicativo está muy marcado por las aplicaciones
El amplio abanico de redes sociales será fundamental en esta estrategia, encontrando en Facebook, Instagram y Twitter el complemento ideal para captar interesados en tu canal de WhatsApp y conseguir el mayor nombre de conversiones posibles. El terreno de juego de esta campaña será cada vez más digital, y se jugará en el móvil, donde el ecosistema comunicativo está muy marcado por las aplicaciones mencionadas, la interacción entre ellas y en tener una buena ‘arquitectura de redes’ que las conecte y haga fluir al electorado hacia una última plataforma de conversión, que puede ser WhatsApp o la web del partido.
Vinculado con lo anterior, debemos tener en cuenta qué tipo de efecto queremos generar. Con WhatsApp podremos informar, pero también puede ser la herramienta ideal para desarrollar microcampañas de grassroots, de activismo a pequeña escala, con un responsable que se encargue de contactar y movilizar a simpatizantes motivados con un contacto directo y personalizado.
WhatsApp Business
WhatsApp Business tiene una debilidad de base: te identifica como comercio y le ofrece a tu perfil un estilo institucionalizado
Otro elemento a tener en cuenta será la idoneidad de qué WhatsApp utilizar. Durante la primavera de 2018 salió a la luz la aplicación WhatsApp Business, ideada para que las empresas desarrollaran una relación más directa con sus clientes. ¿Cuáles son los pros o contras de esta nueva herramienta en comparación con el WhatsApp clásico? WhatsApp Business tiene una debilidad de base: te identifica como comercio y le ofrece a tu perfil un estilo institucionalizado y hasta cierto punto impersonal. Por otro lado, cuenta con la ventaja de poder generar mensajes automatizados para los usuarios que te escriben por primera vez, lo que te permite de entrada redirigirlos hacia, por ejemplo, una encuesta, o simplemente darles la bienvenida.
Por otro lado, podrás ver estadísticas sobre qué porcentaje de tus mensajes son leídos y la evolución de tu lista de contactos, aunque se prevé que las funcionalidades aumenten con el paso del tiempo. Así mismo, podrás crear diferentes listas de difusión (con un máximo de 256 usuarios por lista), segmentando tu público en función de su perfil, buscando así enviar a cada target un mensaje más afín a su identidad y conseguir una comunicación más efectiva.
Con la Junta Electoral mirando de cerca lo que hacen los partidos y el debate sobre la protección de datos en la agenda, será fundamental cubrirte las espaldas a nivel legal
En el caso de que consideres que WhatsApp Business es tu herramienta ideal, hay que tener en cuenta que no puedes tener en el mismo móvil el WhatsApp clásico y el Business, deberás elegir entre uno de los dos. Los contactos serán traspasados, pero perderás las conversas del WhatsApp común. Una vez tengas tu nueva app, solamente deberás rellenar la información de tu perfil, y empezar a comunicar.
Cuando empieces, posiblemente no tengas muchos contactos, o no acabes de encontrar cómo informar a tu público objetivo sobre tu nuevo canal de comunicación. Desde el mismo WhatsApp Business podrás generar un enlace para compartir fuera del chat, pudiéndolo enviar dónde quieras y, quien lo abra, será remitido directamente a una conversa de WhatsApp con tu número. Facebook y Twitter Ads podrán jugar un papel fundamental en la conversión, con anuncios que primen la interacción y tengan incluido un botón linkado a tu WhatsApp, junto con una imagen de tu campaña que invite al uso de la herramienta.
Con la Junta Electoral mirando de cerca lo que hacen los partidos y el debate sobre la protección de datos en la agenda, será fundamental cubrirte las espaldas a nivel legal. Si quieres usar WhatsApp como herramienta promocional/electoral, deberás contar con el consentimiento de tus usuarios para que les envíes contenidos, e informarles sobre tu política de protección de datos. Bajo ningún caso podrás copiar y pegar teléfonos de tus bases de datos y empezarles a enviar mensajes sin su consentimiento.
WhatsApp Business te da ventaja en esta cuestión. En el link que compartirás para que acudan a tu chat, puedes establecer un mensaje predefinido que el usuario te enviará para saludarte, para el que podrás tener preprogramada una respuesta automática informando sobre dónde encontrar tu política de privacidad. Esta dinámica se ajustaría al Reglamento 2016/679 de protección de datos personales y a la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de datos personales y garantía de los derechos digitales.
Casos prácticos
Maldita Hemeroteca, medio de fact-checking (comprobar la autenticidad de posibles noticias falsas/fake news), ha hecho de WhatsApp Business uno de sus baluartes a la hora de comunicarse con sus usuarios
Centrándonos en casos prácticos, Maldita Hemeroteca, medio de fact-checking (comprobar la autenticidad de posibles noticias falsas/fake news), ha hecho de WhatsApp Business uno de sus baluartes a la hora de comunicarse con sus usuarios. A través de su web y de su YouTube puedes encontrar un banner y vídeo que te informa sobre qué hacer si ves una noticia que sospechas que pueda ser falsa. Sólo tienes que linkarla en el canal de WhatsApp de Maldita y sus redactoras se encargarán de comprobar si es falsa, o no, y te informarán al respecto. Para empezar a utilizar el canal, envías la noticia y recibes una respuesta automática que te informa sobre la política de privacidad del medio, pidiéndote que aceptes sus condiciones para que la comunicación bidireccional pueda ser efectiva.
Por otro lado, podemos destacar el caso de Vox. El partido ultra liderado también informa a través de su web sobre la posibilidad de usar WhatsApp para recibir información de campaña. Previo aviso de la conformidad del uso de la herramienta con el marco legal y tu aceptación del mismo, puedes clickar en un enlace que te dirige directamente al chat con el partido y, una vez entras en la conversa, ves en tu recuadro de escritura un mensaje preconfigurado en el que muestras tu interés en recibir información de Vox y pides ser añadido a su lista de difusión. Una vez estás dentro, recibes semanalmente un vídeo de YouTube con el mensaje de turno, desde la defensa del uso de las armas hasta la revisión de la protección de las víctimas por violencia de género.
Manuel Valls, ex primer ministro de Francia y ahora candidato a la alcaldía de Barcelona, ha puesto en marcha una comunicación con WhatsApp basada en el activismo y la información
Por último, Manuel Valls, ex primer ministro de Francia y ahora candidato a la alcaldía de Barcelona, ha puesto en marcha una comunicación con WhatsApp basada en el activismo y la información. Tiene dos líneas de teléfono: una donde envía contenido de manera periódica, y un segundo canal, gestionado por su RPD (responsable de protección de datos), dónde a título personal, él mismo arenga a los usuarios que hayan declarado querer ser activistas a acudir a carpas para echar una mano y difundir contenidos específicos.
Podemos observar como WhatsApp ha irrumpido con fuerza en el panorama electoral y es la herramienta de marketing político estrella, pero aún está por ver su efectividad a la hora de inculcar mensajes, así como el impacto en la marca personal que su uso genera en cada candidato.
Es cierto que el móvil será uno de los grandes protagonistas de las elecciones que vivimos y nos quedan por vivir, pero será fundamental primar el mensaje por encima de la herramienta. Habrá que mantener la coherencia ante la multiplicidad de mensajes diferentes que se darán a diversos segmentos. A su vez, habrá que mantener la honestidad ante el riesgo de difundir fake news, para las que WhatsApp puede convertirse peligrosamente en el canal perfecto debido a su carácter familiar y de confianza.
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